17 Dic Iluminación con proyectores

A estas alturas es raro que alguien no sepa de la tecnología LED, pero no es tan común entre el público general conocer las luminarias basadas en la iluminación con proyectores, ya que por lo general su uso está más extendido en áreas de trabajo o industriales, iluminación de fachadas de monumentos, zonas deportivas, etc.

¿Qué es la iluminación con proyectores?

Lo primero que debemos aclarar es qué es exactamente un proyector. A grandes rasgos, un proyector es una luminaria que concentra la luz en un ángulo sólido determinado. Gracias a la tecnología LED, la iluminación con proyectores supone además un significativo ahorro energético y una reducción en cuanto a los costes de mantenimiento.

¿Qué significa que “concentra la luz en un ángulo sólido”?

La cantidad de luz en un determinado plano no depende única y exclusivamente de los lúmenes (flujo luminoso), sino también del área expuesta a esa iluminación; es decir, del ángulo sólido de la luminaria.

¿Qué bondades tiene la iluminación con proyectores?

Este tipo de luminarias suponen una reducción de temperatura de hasta un 90% respecto a la iluminación convencional con halogenuros metálicos.

Además, haciendo uso de la tecnología LED, los proyectores LED presentan un consumo reducido y no despiden radiaciones ultravioletas ni infrarrojas, haciendo gala además de un gran ciclo de vida.

Tipos y selección de un proyector para iluminación

Por lo general, los proyectores se clasifican según la apertura o dispersión de su haz de luz. Según esta apertura, existe una clasificación por clases.

Por otra parte, esa distribución del haz también se distingue por su forma. Dependiendo del tipo de proyector, podemos encontrarnos con proyectores cónicos y rectangulares.

La apertura del haz de luz necesaria depende de la distancia a la que situemos el proyector. Cuanto más lejos, necesitaremos menos apertura.

Otro factor muy importante a tener en cuenta es dónde vamos a instalar los proyectores, es decir, qué uso posee la zona a iluminar, ya que el nivel de luminancia óptimo varía. No es lo mismo instalar en una pista de paddle, que para iluminar la fachada de un edificio histórico, o el exterior de una vivienda particular.

Por lo demás, lógicamente los proyectores se atienen al resto de factores clave a la hora de elegir cualquier tipo de luminaria, como pueden ser la temperatura de color (que determina si una fuente de luz es cálida o fría), el índice de reproducción cromática (o IRC, que nos ayuda a comparar con la fuente de luz natural, el Sol), etc.

Apuesta por la calidad

Hay muchas marcas en el mercado, pero al margen de las especificaciones técnicas que se ajusten al uso concreto que vayamos a darle al proyector, es importante decantarse por una marca de fiabilidad contrastada. Un ejemplo de ellas son Signify (Philips), Ledvance o Avantled.

Utilizando primeras marcas, podemos invertir un poco más y hacer uso también de sistemas de gestión de la iluminación para hacer de nuestros proyectores para iluminación un sistema aún más eficiente.

La importancia de la eficiencia

Y es que la eficiencia energética no es únicamente una cuestión de ahorro económico y respeto por el medioambiente.

Hay que tener en cuenta que los edificios son grandes sumideros energéticos, por lo que la Unión Europea puso en marcha un plan de acción para el 2020 que implica, entre otros, la reducción del consumo de energía en un 20%.

A ello hay que sumarle la Directiva 2002/91/CE y su transposición en el RD 47/2007 que implica la certificación energética de los edificios. Una iluminación eficiente y a la postre una edificación igualmente efectiva en términos de consumo energético, redunda también en una mejor calificación energética e incluso en una revalorización del inmueble en cuestión.