09 May El futuro de las telecomunicaciones

El futuro de las telecomunicaciones persigue un doble objetivo: profundizar en la transformación digital y buscar sistemas de aprovechamiento energético más limpios y respetuosos con el ecosistema. A continuación, te resumimos los pasos clave para el futuro de las telecomunicaciones.

La llegada del 5G

Entre los cambios más importantes que se esperan en el futuro de las telecomunicaciones, pueden citarse:
• Una proliferación constante de objetos IoT.
• La presencia cada vez más activa de la inteligencia artificial en todas las facetas del sector.
• La consolidación industrial de la computación en cloud.
• Un refuerzo de la ciberseguridad para reducir los casos de competencia desleal y espionaje industrial.
• El empleo de OSS/BSS en la nube para trabajar con elevados volúmenes de datos.

Aunque, probablemente, el avance más relevante que está previsto es que los sistemas 5G pasarán a ocupar una posición hegemónica. De hecho, muchas empresas de telecomunicaciones están intensificando sus inversiones en infraestructuras 5G, con la intención de aumentar su velocidad de funcionamiento y mejorar su competitividad a la hora de ofrecer servicios a sus clientes.

Y no es de extrañar el favorable pronóstico de esta tecnología, si se consideran las sustanciales mejoras en cobertura y continuidad de servicios que ofrece frente a otros sistemas, como la tradicional conexión inalámbrica wifi. Su menor latencia proporcionará ventajas como:

• Un ahorro en el gasto de energía y un incremento de la durabilidad de las baterías, de ahí su importancia en el compromiso de caminar hacia una economía sostenible.
• Un incremento de la seguridad de los datos almacenados en sistemas locales, gracias a la interacción con tecnología Multi-Access Edge Computing, que facilitará una optimizada distribución de tareas entre entornos edge y cloud.
• Una mayor difusión de máquinas conectadas en tiempo real, incluyendo vehículos, diferentes electrodomésticos y un amplio abanico de sensores.
• Una disminución del lag y las interrupciones de señal en los servicios de streaming o en cualquier competición de eSports.
En resumen, la adopción de esta tecnología va a conllevar un aumento de la productividad, una reducción de costes y una constante renovación de los servicios. Su importancia puede entenderse mejor si se analiza por sectores estratégicos, en los que figuran:
• Manufacturas. Contribuirá a obtener superiores sistemas de producción y administración, al mejorar el suministro de información en cada una de las fases del proceso.
• Automoción. Será de gran ayuda para conseguir vehículos cooperativos, en los que la inferior latencia posibilitará una conducción automática, con elevados niveles de seguridad.
• Suministro energético. El nuevo sistema de redes inteligentes facilitará una distribución más eficiente de la energía, tanto en industrias como en hogares.
• Comunicación audiovisual. Se potenciará la calidad técnica e interfaz táctil del formato vídeo, que ocupará una posición mayoritaria en el tráfico móvil.
• Sanidad. Esta tecnología supondrá un gran salto para individualizar los servicios, planificar centros sanitarios virtuales e, incluso, llevar a cabo operaciones quirúrgicas a distancia con ayuda de robots.

La llegada del 6G es el futuro de las telecomunicaciones

El imparable avance tecnológico en el que estamos inmersos es tal que el futuro de las telecomunicaciones ya tiene la vista puesta en la versión que sucederá al 5G, el 6G. Sin embargo, como el 5G está aún en proceso de consolidación, se opta por centrar la atención del público en esta tecnología.

Lo que sí puede decirse del 6G es que superará claramente al 5G en velocidad de transmisión de datos, que podrá alcanzar 1 Tbit/s de media. La latencia también será menor y se reforzará considerablemente la fiabilidad.

Sin prisa pero sin pausa, esas van a ser las características esenciales del futuro de las telecomunicaciones en los próximos años, cada vez más eficiente y ecológico. Primero el 5G, luego el 6G… ¿Qué vendrá después?