18 Oct Automatizando y supervisando tu calidad de vida con KNX

El sistema KNX es un protocolo de red para la automatización y control tanto de viviendas (domótica) como de grandes infraestructuras, instalaciones o edificios (inmótica). Dicho sistema de comunicaciones se encuentra homologado por la normativa europea (EN 50090) y por la normativa mundial (ISO/IEC 14543).

Su característica esencial es su descentralización, pues al margen del sistema de trasmisión implementado, cada elemento constituyente de bus dispone de su propia inteligencia, por lo que se puede prescindir de una unidad de control central.

Origen del KNX

Este sistema surgió de la asociación de tres predecesores: el protocolo European Home Systems (EHS), el BâtiBUS, y el European Installation Bus (EIB or Instabus). Al ser un sistema estandarizado, posibilita la interoperabilidad entre la multitud de fabricantes que lo suscriben y lo fortalecen con sus productos KNX.

Medios de trasmisión

Para trasmitir datos de control de todos los elementos que gestionan un edificio u hogar, es necesario un sistema que resuelva los problemas que pueden presentar los dispositivos por separado. Garantizando que todos los componentes alcancen a comunicarse con un lenguaje común.

Los medios empleados por KNX para que los diferentes dispositivos se comuniquen y se intercambien información entre sí son:

– Señales trasmitidas por cables de pares trenzados.
– Señales radiadas de radiofrecuencia.

– Líneas de fuerza o IP/Ethernet.

Función del sistema domótico

Los dispositivos conectados al bus son tanto sensores como actuadores empleados para controlar el equipamiento que gestiona los edificios en lo que respecta a todas sus aplicaciones: iluminación, persianas y toldos, calefacción y aire acondicionado, sistemas de seguridad y supervisión, etc.

Todas estas funciones pueden ser controladas, monitoreadas y señalizadas mediante un sistema uniforme, que no precisa de centros de control adicionales.

El objetivo principal es el de incrementar la calidad de vida y la seguridad de los usuarios, así como el uso eficiente de la energía consumida en el edificio o la vivienda.

Principales Ventajas

1. Implica un ahorro energético sustancial

Hay parámetros como el control de la temperatura interna de las estancias, consumo de electricidad, iluminación, etc, están sujetos a un monitoreo inteligente que los optimiza.

2. Seguridad, tanto personal como del patrimonio

– Control de intrusión con detectores  incluyendo grabación de vídeo, sensores infrarrojos compatibles con mascotas, avisos garantizados por GSM/3G/4G (sistema global para comunicaciones) o conexión a Internet, etc.

– Alarmas tecnológicas para detección de incendios, fugas de gas o inundaciones.

– Control de enchufes, cuyo apagado o encendido se designa de forma remota, pudiendo fijar horarios o incluso cortar el suministro eléctrico.

– Simulación de presencia en el interior de casa con apagado y encendido programado tanto de luces como de otros dispositivos eléctricos, aparatos de sonido, persianas, etc, con el objetivo de que el hogar no parezca desocupado por largos periodos, como el vacacional, por ejemplo.

– Teleasistencia activa con sensores específicos. Por ejemplo, los sistemas domóticos mandan señales si no registra ningún peso en el colchón de la cama durante un cierto espacio de tiempo. Con esto se puede facilitar el monitoreo de pacientes en el hogar, según el caso.

3. Aumento del confort en el hogar, pues se pueden optimizar parámetros, elementos o sistemas como:

– La luz natural o artificial en las estancias, según el caso.

– El control remoto de equipos, instalaciones, electrodomésticos, etc.

– Temperatura interna y climatización de los espacios.

– Programación de persianas y toldos motorizados, según un horario predeterminado.

– El programa de riego.

4. Se potencia y enriquece la misma red de comunicaciones

– Recibiendo notificaciones sobre incidencias y anomalías

– Mediante avisos sobre el funcionamiento general de equipos e instalaciones.

5. Sostenibilidad doméstica, con un ahorro energético de hasta el 25 % pues:

– Se optimiza al máximo la luz solar y la energía consumida.

– Se evitan gastos superficiales de luz y agua.

– Se implemente una gestión tarifaria de los sistemas y del consumo.

– El hogar reduce el factor de contaminación.

6. Diversificación y enriquecimiento del ocio puesto que:

– Cualquier contenido puede reproducirse en un número mayor de dispositivos.

– Los contenidos pueden trasladarse dentro del hogar, mediante la red de datos interna, a través de dispositivos de almacenamiento que son portátiles.

Costes

Se ha determinado que a medio plazo instalaciones domóticas de última generación puedan suponer entre 1 % y el 2,5 % (raramente alcanzado el  3 %) del coste de la vivienda.

Realmente, tampoco existen diferencias acusadas entre un hogar tradicional y otro equipado con equipos domóticos. Únicamente se incorpora una cierta estructura tecnología para permitir gestionar el control integral de la vivienda.

Futuro del sistema domótico

En definitiva, este sistema es una opción excepcional para modernizar el funcionamiento de los espacios que habitamos, mediante la automatización y control de los distintos dispositivos que influyen en la calidad de vida personal, en el desempeño de las infraestructuras y en la sostenibilidad ambiental.