15 Jun La correcta gestión de los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos

Para cerrar el ciclo de vida de los aparatos eléctricos y de iluminación es preciso llevar a cabo una correcta gestión de residuos desde el punto de vista ambiental. Al contener componentes como el plástico, el vidrio o el metal –residuos de naturaleza inorgánica que no pueden reintegrarse de nuevo a la naturaleza debido a su composición–, además de pequeñas cantidades de sustancias peligrosas, el mercurio y el cadmio entre otras, es necesario llevar a cabo una correcta recogida y un tratamiento efectivo para evitar la contaminación ambiental y los consecuentes riesgos para la salud.

Para ello, hay que elaborar campañas de concienciación dirigidas, principalmente, a los agentes implicados en el ciclo de vida de estos aparatos. Esto es, productores, distribuidores y usuarios finales, y enfocadas a la reducción de la cantidad de los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos y al fomento de su correcta gestión. Y todo basado en costes soportables en estrecha relación con las políticas medioambientales adoptadas por otros países de la Unión Europea.

Qué hacer con los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE)

Los aparatos eléctricos y electrónicos, ya sean grandes o pequeños, así como los tubos fluorescentes y las herramientas eléctricas y electrónicas, serán depositados en el punto limpio más cercano, devueltos a su origen –el proveedor–, al comprar un nuevo aparato del mismo tipo o entregados a los gestores autorizados.

Bajo ningún concepto han de depositarse en los contenedores de recogida municipal ya que, como se ha dicho anteriormente, contienen compuestos muy contaminantes que pueden generar importantes problemas medioambientales. Para su correcta identificación todos los aparatos eléctricos y electrónicos llevan un símbolo en el que se muestra un contenedor de basura eliminado que indica que han de ser recogidos por separado del resto de residuos.

Después de su recogida de los contenedores diseñados exclusivamente para cada tipo de aparato y habilitados para ello –España cuenta con más de 25 000 puntos de recogida– se trasladan hasta las plantas de reciclaje para aprovechar los tres componentes recuperables: vidrio, metal y plástico, que serán reutilizados en la producción de nuevos productos. En España hay cinco plantas ubicadas en Bilbao, Barcelona, Madrid, Sevilla y Valencia.

¿Quiénes garantizan el cumplimiento de las obligaciones establecidas en el Real Decreto 208/2005 sobre aparatos eléctricos y electrónicos y la gestión de sus residuos?

Ecolum es una organización sin ánimo de lucro a la que se adhieren 309 productores (cifra del año 2015) encargadas de gestionar correctamente los residuos de luminaria.  Para ello han diseñado un modelo logístico dependiendo del residuo –luminarias, rótulos luminosos o lámparas– y del agente involucrado en el ciclo de vida de estos aparatos: productor, distribuidor y usuario final.

Además, la fundación se preocupa de que las empresas del sector de la iluminación se acojan a la ley al facilitarles los certificados necesarios para el cumplimiento de la normativa vigente. Ecolum ofrece un servicio adaptado, con una evolución ascendente tanto en el volumen de los residuos gestionados –5490 toneladas en el año 2015– como en el número de productores adheridos a la fundación, empresas que confían plenamente en la calidad y en la experiencia del servicio ofrecido.

La generación de residuos es un problema común en las sociedades de consumo. No preocuparse de él o llevar a cabo políticas de gestión inadecuadas producen impactos notables en la naturaleza contribuyendo al deterioro del planeta, al incremento del alarmante cambio climático y al daño irreparable en los propios ecosistemas humanos. Para gestionar los residuos hay que elaborar planes que mejoren su manejo de una manera razonable, sin apenas riesgo y procurando la mayor efectividad económica, social y ambiental.
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