
19 Jun Cómo modernizar la climatización sin obras: calefacción y aire acondicionado en viviendas con radiadores
El parque de viviendas español es, en su mayoría, anterior al año 2000. Son edificios y casas construidos con estándares energéticos muy distintos a los actuales, donde los sistemas de climatización se centraban casi exclusivamente en la calefacción mediante calderas de gas o gasóleo y radiadores convencionales. Durante décadas, ese modelo ha garantizado un confort térmico aceptable en invierno, pero al precio de un consumo energético elevado y, hoy en día, con una huella ambiental difícilmente sostenible.
Con el paso del tiempo, muchas de esas instalaciones han quedado obsoletas. Ya sea por razones de eficiencia, normativas más estrictas o simplemente por averías, cada vez más usuarios se enfrentan a la necesidad de sustituir sus antiguos sistemas de calefacción. El problema llega cuando se intenta sustituir una caldera tradicional por una solución renovable como la aerotermia.
La aerotermia, aunque eficiente y sostenible, plantea una barrera habitual: necesita emisores adaptados a baja temperatura. Esto, en la práctica, obliga a cambiar radiadores por modelos más grandes o instalar suelo radiante, lo que implica una reforma importante —con obra, polvo, permisos, inversión— que muchos propietarios no pueden (o no quieren) asumir. Y todo esto sin contar con que, en muchas viviendas, ni siquiera hay espacio suficiente para hacer esas adaptaciones.

La creciente necesidad de refrigeración y las limitaciones de las reformas
A este escenario se suma una nueva exigencia: el confort térmico en verano. Durante años, el aire acondicionado ha sido un lujo o una necesidad puntual en zonas muy cálidas. Hoy, con veranos más largos y extremos, la refrigeración pasa a ser una necesidad real en muchas zonas del país. Pero aquí vuelve a aparecer el mismo problema: ¿cómo incorporar refrigeración en una vivienda que no fue pensada para ello, sin realizar una intervención compleja?
La situación se agrava en contextos como las segundas residencias, viviendas rurales o edificios con elementos protegidos, donde las reformas estructurales están directamente limitadas. O incluso en viviendas con propietarios mayores, que no están dispuestos a afrontar meses de obra solo para cambiar un sistema que, aunque antiguo, sigue “funcionando”.
Y mientras tanto, los precios de la energía siguen aumentando y las exigencias normativas (y sociales) hacia sistemas más sostenibles presionan para que el cambio se produzca cuanto antes. ¿Existe alguna forma de mejorar la eficiencia energética de una vivienda sin necesidad de reformar todo el sistema de calefacción? ¿Es posible disponer de calefacción, refrigeración y agua caliente sanitaria en una misma solución que se adapte a lo que ya existe?
Omnia Life M: una respuesta flexible, eficiente y sin obras
Ante este reto, Ferroli ha desarrollado la nueva gama de bombas de calor aire-agua Omnia Life M, pensada para facilitar ese paso hacia la eficiencia sin forzar reformas integrales.
Esta gama de aerotermia de alta temperatura puede proporcionar agua a 75 ºC incluso con temperaturas exteriores de -10 ºC, lo que permite mantener radiadores convencionales sin comprometer el confort. Eso significa que se puede sustituir la antigua caldera por una solución renovable sin necesidad de cambiar los emisores ni rehacer la instalación existente.
Además, integra calefacción, refrigeración y agua caliente sanitaria en un solo equipo, con posibilidad de conectarse a fancoils o suelo refrescante para el modo frío. Y si ya hay una caldera en buen estado, puede hibridarse para aprovechar lo que ya existe y reducir el coste de implantación.
Omnia Life M utiliza refrigerante R290, de muy bajo impacto ambiental (PCA 3), que permite trabajar en condiciones extremas y evita el pago del impuesto sobre gases fluorados. También es compatible con paneles solares fotovoltaicos, maximizando el ahorro energético.
Compacta, silenciosa y conectada (control desde app y actualizable por USB), esta gama está disponible en potencias de 4 a 16 kW e incluso permite instalaciones en cascada para edificios terciarios.Para quien busca eficiencia y confort térmico sin reformar la casa entera, Omnia Life M de Ferroli se posiciona como una alternativa realista, adaptable y preparada para el presente.
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