13 Oct Calderas de gas: funcionamiento y tipos
Las calderas de gas pueden ser de varios tipos y, dependiendo de su funcionamiento, su rendimiento o su consumo, pueden suponer un importante ahorro, un mayor bienestar en el hogar y, por supuesto, pueden ser más o menos contaminantes.
Las instalaciones de calefacción basadas en circuitos de agua cerrados tienen como elemento principal las calderas. Las calderas de gas utilizan el gas natural como combustible, también conocido como gas ciudad.
Aunque hay calderas que pueden utilizar también gas propano o butano como fuente de alimentación de un circuito de agua caliente, el gas natural es el más seguro y práctico.
Tabla de contenidos
¿Cómo funcionan?
La combustión del gas se inicia en el quemador de la caldera donde, una vez caliente, el vapor se transforma en agua y sale del depósito para recorrer los circuitos que conectan los radiadores o un sistema de suelo radiante. De esta forma, emite calor en el interior del hogar.
Tipos de calderas de gas
En función del tipo de caldera, ésta tendrá unas características y ventajas o desventajas particulares que dependen del sistema con que emiten el calor:
Según el sistema de combustión:
Las atmosféricas realizan la combustión en una cámara abierta, utilizan el aire de alrededor y son altamente contaminantes. Debido a su falta de seguridad en caso de que la combustión sea deficiente, su instalación está prohibida, según el R.D. 1027/2007 B.O.E. 29 agosto de 2007 y entró en vigor hace siete años.
Las estancas. Prescinden del aire de la vivienda para realizar la combustión, esta se lleva a cabo dentro de una caja estanca, sellada, que no contacta con el aire del interior del hogar. Por este motivo, son las calderas más seguras. Los gases quemados salen al exterior por el conducto de evacuación, a través de un ventilador. Las calderas estancas pueden ser estándar, de condensación o de bajo NOx.
Según su funcionamiento, consumo y rendimiento
Las estancas estándar necesitan consumir bastante energía y son las más antiguas del mercado.
Las de gas de condensación reutilizan una y otra vez la energía del vapor de agua, lo que supone su principal ventaja. Son seguras, eficaces y ahorran consumo de gas. Su rendimiento es mayor que el de las calderas estancas estándar.
De gas de bajo NOx. Son aquellas que emiten una menor cantidad de óxido de nitrógeno (NOx) y su rendimiento es inferior al de las calderas de condensación.
Según el tipo de diseño e instalación
Las calderas pueden ser de suelo o de pie, con una elevada potencia calorífica, o murales, las más instaladas comúnmente en viviendas y que suelen situarse en la pared de la terraza o de la cocina.
En función del servicio que proporciona la caldera, puede ser ún2icamente de calefacción, o proporcionar también el agua caliente de la vivienda. Aquellas que proporcionan ambos servicios se denominan calderas mixtas.
Mantenimiento
En cuanto al mantenimiento de las calderas de gas, se debe realizar una revisión anual, muy importante en la prevención de accidentes y para mantenerlas limpias y evitar posibles averías.
Asimismo, es preciso purgar los radiadores, eliminar el aire, antes de poner la caldera en funcionamiento en el inicio de los meses de invierno.
Consideraciones de eficiencia
Antes de instalar una nueva caldera conviene tener en cuenta las ventajas o desventajas que ofrece cada modelo. La eficiencia energética es el primer punto a considerar debido a su impacto directo tanto en la factura de electricidad como en el medio ambiente. En este sentido, los últimos modelos de marcas como Junkers son muy interesantes.
Es importante que un profesional experto realice la instalación, siga las adecuadas medidas de seguridad, dé un mantenimiento apropiado todos los años y aporte los consejos necesarios para garantizar la seguridad y la eficiencia.
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