24 Abr ¿Qué es la arquitectura bioclimática?
Los edificios en los que vivimos y trabajamos son responsables de un porcentaje altísimo del consumo de energía que se realiza a nivel nacional. Este consumo, ya sea bajo la forma de calor o electricidad, además de ser un incremento en los costes, contribuye notablemente a la contaminación atmosférica. En respuesta a esto, nace la arquitectura bioclimática, una nueva forma de entender el diseño y la construcción.
Solamente en España, el consumo de energía en edificios representa un cuarto del gasto total a nivel nacional. Su reducción puede alcanzarse con algunas técnicas posibles, dentro de un estudiado diseño de la infraestructura: a esto, lo podemos llamar arquitectura bioclimática, un término que aunque parezca nuevo, lleva ya unos años indicando el camino a seguir de nuestras viviendas e inmuebles.
Tabla de contenidos
¿Qué es la arquitectura bioclimática?
Este concepto hace referencia al diseño de espacios, situados en un clima concreto y local, que tiene en cuenta el confort térmico y visual. Sus elementos básicos son sistemas pasivos que se incorporan en la estructura y aprovechan recursos ambientales para calentar, refrescar, ventilar e iluminar los edificios.
Se trata, por tanto, de una arquitectura que conecta con la naturaleza y que busca la perfecta cohesión entre el proyecto de un edificio y el entorno, teniendo como resultado la optimización de los recursos.
¿Cuáles son sus principios?
La arquitectura bioclimática se asienta sobre algunos patrones, según el clima particular en el que esté localizado el edificio en cuestión. Estos son los más importantes:
- Consideración y estudio de las condiciones climatólogicas, la hidrografía y del entorno en que se edifican los inmuebles para dar con la máxima eficiencia y el mínimo impacto.
- Protección del inmueble, tanto en invierno como en verano, con medidas y técnicas relacionadas con el diseño externo. En particular, con un aislamiento adecuado y un hermetismo que impida las filtraciones y fugas de aire.
- Uso de la energía solar para el sistema de calefacción durante el invierno, y para la iluminación durante todo el año. Esto se puede conseguir con la orientación apropiada del ventanal (normalmente hacia el sur) y las entradas del edificio.
- Protección del exterior y fachada de los rayos de sol, especialmente en verano, mediante un tratamiento apropiado, como puedan ser los colores y superficies reflectantes.
- Eficacia y mesura a la hora de elegir los materiales de construcción.
- Ajustes y mejoras de las condiciones ambientales en el interior de los edificios, de manera que las personas que lo habiten lo encuentren agradable. Por ejemplo, forzando la ventilación del aire, o almacenando el frío o calor.
¿Cuál es su relación con un sistema de bioclimatización?
En esta sintonía hacia edificios más sostenibles, ha aparecido en los últimos años una nueva tecnología que recibe el nombre de sistema de bioclimatización. Varias son las marcas que lo ofrecen, y se trata de una serie de equipos capaces de generar aire fresco a través del proceso de evaporación del agua, es decir, un proceso absolutamente natural. Como no requiere de gases refrigerantes, se trata de un sistema totalmente ecológico y limpio.
Así, los sistemas de bioclimatización son base y pilar de la arquitectura bioclimática, ya que su principal objetivo es optimizar la eficiencia energética, sin tener peso alguno en el medioambiente. Y es que su consumo es muy bajo (prácticamente parecido al de un ventilador) y el ahorro incomparable, si pensamos en un aparato de aire acondicionado. Su perfecto cuidado de la temperatura, pero también de la humedad, lo convierten en un sistema de instalación altamente recomendable para aquellos edificios que quieran rebajar su incidencia en el entorno.
No hay comentarios