13 Jul Aislamiento térmico de tuberías: ahorro energético y económico
Se sabe que el aislamiento térmico es la clave del ahorro energético, pero generalmente se piensa solo en las ventanas y en otros materiales de construcción. Sin embargo, el aislamiento térmico de las tuberías supone un importante descenso en el consumo de energía y es imprescindible en toda rehabilitación térmica eficaz.
Tabla de contenidos
Aislamiento térmico de tuberías
Con una instalación de tuberías aisladas térmicamente se evita que se pierda el calor y se consigue que tarden más en enfriarse las tuberías por las que circula agua caliente. En las tuberías de agua fría, se evita que se congelen.
Además, tiene otras ventajas, como la reducción de riesgos de accidente por contacto con superficies calientes, o la eliminación de posibles condensaciones superficiales.
Materiales
En cuanto al tipo de material que se debe escoger para realizar el aislamiento, habrá que tener en cuenta varios factores, como el espesor que será más apropiado, las temperaturas a las que se va a enfrentar y cuál es su reacción al fuego.
El aislamiento térmico se realiza con unas fundas que pueden ser de diferentes composiciones, como la espuma de neopreno o elastomérica.
La espuma elastomérica es un aislamiento térmico a base de caucho sintético y con baja conducción de calor. Se trata de uno de los aislantes más utilizados debido a su precio económico y a lo fácil que resulta su instalación.
El polietileno es una espuma similar a la elastomérica, en cuanto a su flexibilidad y a su bajo precio. Sin embargo, no resulta igual de eficaz y no es tan aislante porque su conectividad térmica es mayor.
Por otra parte, la lana de vidrio y lana de roca suelen utilizarse en edificios como aislantes tanto térmicos como acústicos.
Los tubos de PVC se utilizan cuando la tubería se encuentra en contacto con materiales de construcción, como el cemento o el yeso, y es preciso protegerla para que no se deteriore. En este caso, los colores nos indican si son tuberías de agua fría o caliente.
Al mismo tiempo, debe estar siempre permitida la libre dilatación de la tubería. En este sentido, lo más recomendable es utilizar coquillas de materiales aislantes.
Espesor
El espesor de las tuberías habrá que calcularlo en función del lugar donde se encuentran ubicadas, de las temperaturas de la zona, si hay cambios bruscos, y la temperatura del líquido que pasará por ellas.
Además, es preciso tener en cuenta el diámetro de la tubería, dado que a mayor tamaño, mayores serán las pérdidas de calor y por lo tanto, el aislante deberá tener un espesor más grueso.
Asimismo, influye en la decisión del ancho del aislante el número de horas que funciona la instalación y si lo hace durante todo el año.
El espesor mínimo que debe tener un aislamiento térmico está recogido en la IT 1.2.4.2.1. del Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios (RITE), publicado en el Real Decreto 1027/2007 de 20 de julio.
Tal y como señala la normativa, el aislamiento debe instalarse cuando la temperatura del agua alcance más de 40 grados centígrados y deberán tener protección suficiente contra las condiciones de la intemperie cuando se encuentren en el exterior. De este modo, se evitará que se filtre la lluvia mediante las correspondientes juntas de aislamiento.
El ahorro del aislamiento térmico de las tuberías
El aislamiento térmico es una medida tanto de eficiencia energética y sostenibilidad, como de ahorro económico.
Una instalación de tuberías aisladas térmicamente es una decisión acertada y una pequeña inversión en la que enseguida se recupera el gasto y se aprecia un importante ahorro.
El aislamiento térmico de las tuberías puede suponer que se consuma hasta un 50 % menos de energía. Por lo tanto, en toda rehabilitación térmica debe estar incluida la instalación de tuberías aisladas como clave de ahorro energético y económico.
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