24 Abr Reducción del riesgo de exposición al gas radón en edificaciones: Un enfoque técnico
El gas radón, una entidad radioactiva de origen natural, representa una amenaza significativa para la salud pública al acumularse en los espacios interiores de edificaciones tales como hogares, escuelas y lugares de trabajo. Este artículo técnico tiene como objetivo explorar la distribución del gas radón en España, comprender los mecanismos que facilitan su acumulación en viviendas y edificios, así como proponer estrategias efectivas para detectar y mitigar su presencia.
Tabla de contenidos
¿Dónde se encuentra el gas radón en España?
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el radón constituye la segunda causa principal de cáncer de pulmón, después del tabaco, con un impacto estimado entre el 3% y el 14% de los casos a nivel nacional. La concentración de este gas en España exhibe variabilidad regional, siendo Galicia, Castilla y León, Extremadura, Comunidad de Madrid y algunas zonas de Castilla-La Mancha las áreas con exposición más elevada. Los niveles de acción en la Unión Europea (UE) oscilan entre 200 y 600 Bq/m3 para viviendas, y 1000 Bq/m3 para lugares de trabajo, establecidos por el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).
Mecanismos de acumulación del gas radón en viviendas
La producción de radón se deriva de la desintegración radiactiva del uranio presente en suelos y rocas, principalmente de composición granítica. Este gas emana del suelo y, al ingresar al aire, se desintegra emitiendo partículas radiactivas. Aunque en el ambiente abierto el radón se diluye rápidamente, su acumulación en espacios cerrados como edificaciones es notable. Las grietas en el suelo, intersticios entre pisos y paredes, espacios alrededor de tuberías y desagües, así como la porosidad de los materiales de construcción, facilitan su ingreso y concentración en interiores.
Métodos de detección de radón en viviendas
La detección precisa del radón en ambientes interiores es fundamental para evaluar el riesgo potencial para la salud. Se emplean técnicas activas y pasivas para capturar muestras de aire y medir la concentración de partículas radiactivas. Entre estas técnicas se incluyen métodos instantáneos, de lectura continua e integrados, cada uno adaptado para distintos propósitos, desde estudios generales hasta inspecciones detalladas.
Estrategias de mitigación del radón en edificaciones
La reducción de la concentración de radón en interiores requiere un enfoque multifacético que abarca tanto la prevención de su infiltración como la mejora de la ventilación. Se recomienda mejorar la ventilación del subsuelo, instalar sistemas de extracción mecánica en sótanos y áreas con alta concentración, despresurizar espacios entre el suelo y el edificio, sellar grietas y mejorar la ventilación general de la vivienda. Estas medidas son especialmente relevantes en nuevas construcciones, donde se pueden implementar desde las etapas iniciales del diseño, y en zonas de alto riesgo identificadas mediante mapeo cartográfico.
Los sistemas de extracción mecánica de Soler y Palau representan una innovación en la gestión del aire interior, especialmente en la mitigación del gas radón. Soler y Palau es líder en el diseño y fabricación de soluciones de ventilación avanzadas, y sus sistemas de extracción mecánica son altamente eficientes en la eliminación del radón de espacios interiores.
Estos sistemas están diseñados para extraer el aire contaminado, incluido el gas radón, y garantizar una renovación constante del aire interior, reduciendo así los riesgos para la salud asociados con la exposición al radón. Con tecnología de vanguardia y un enfoque en la calidad y el rendimiento, los sistemas de extracción mecánica de Soler y Palau ofrecen una solución efectiva y confiable para mantener ambientes interiores saludables y seguros.
En conclusión, la gestión efectiva del riesgo asociado al gas radón en edificaciones requiere una combinación de medidas preventivas, técnicas de detección avanzadas y estrategias de mitigación específicas. La incorporación de estas prácticas en regulaciones y normativas de construcción contribuirá a salvaguardar la salud pública y reducir la incidencia de enfermedades relacionadas con la exposición al radón.
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