11 Jul ¿Cómo funcionan las redes de energía inteligente?
La evolución en materia de energía está avanzando a pasos agigantados. Existen cada vez métodos más fiables y eficientes para conseguir crear energía renovable. Por este motivo, en este artículo se va a hablar de las redes de energía inteligente.
Tabla de contenidos
¿Qué son las redes de energía inteligente?
Estas redes son conocidas también por su denominación en inglés smartgrid. Su funcionamiento se basa en la integración de forma eficiente de las acciones que quieren hacer todos los usuarios de ella. Es decir, tratan de crear un sistema energético sostenible y eficiente.
Su objetivo principal es conseguir pérdidas muy bajas y una calidad y seguridad muy altas en el suministro de energía.
Este es un ámbito de actuación muy importante debido a que el panorama actual augura que será necesario hacer grandes cambios en la red eléctrica de aquí a pocos años. Se busca conseguir que el sistema eléctrico descarbonizado sea seguro.
De esta manera se podrá atender a las necesidades que imponen los coches eléctricos y el uso de energías verdes. De lo contrario, difícilmente se podrá sacar el provecho máximo a estos nuevos actores del contexto energético actual.
Características principales
Ahora que se ha expuesto qué son estas redes, queda que saber cuáles son sus características principales.
La primera de ellas es el eficiente emparejamiento de la oferta y la demanda. Así es, gracias a este tipo de red será posible calcular en tiempo real cuál es la necesidad de electricidad para poder producir únicamente aquella que va a ser aprovechada.
A todas luces, esto reducirá a mínimos históricos la huella de carbono y optimizará al máximo la producción de energía.
En segundo lugar hay que mencionar la bidireccionalidad. Es decir, este canal iría desde la fábrica productora de energía hasta los hogares, pero también desde los hogares hasta la fábrica.
Esto podría ser muy beneficioso, ya que aquellos consumidores que, por ejemplo, tuvieran paneles solares en su hogar, podrían mandar su excedente a las empresas energéticas para que estas lo puedan enviar a la red eléctrica general. Y todo ello obteniendo beneficios.
Su tercera característica es que permitirá un ahorro muy notable. Si la transformación digital de la red eléctrica se lleva a cabo y se aplica correctamente, antes de 2025 podría suponer un ahorro de 1,2 billones de euros. Así como un aumento de la rentabilidad de las redes de entre el 20 y el 30 %.
El futuro ya está aquí
Dadas las nuevas necesidades energéticas que se están dando entre los consumidores, ese avance en las redes de energía es algo primordial. De hecho, ya hay lugares de Europa donde se está tratando de poner en marcha estos sistemas.
La empresa Audi ha comenzado un proyecto piloto en Ingolstadt, una región de Zurich en Suiza muy interesante. Esta empresa y otros socios están intentando combinar los sistemas de energía fotovoltaica con baterías estacionarias situadas en los hogares.
De esta manera, se estaría creando una red de energía inteligente compuesta por la energía solar de la casa y la del coche eléctrico. Por tanto, se conseguiría equilibrar las fluctuaciones entre la generación de energía y su consumo.
Este sistema estaría interconectando la energía solar, el almacenamiento, la red eléctrica y el vehículo eléctrico. El resultado final sería la creación de una planta virtual de energía perfectamente capaz de equilibrar las fluctuaciones entre la generación de energía y el consumo.
Además de, claro está, estabilizar la frecuencia de la red cuando almacena dicha potencia. Así pues, no cabe ninguna duda de que la revolución energética está llegando con un paso cada vez más firme.
Los nuevos sistemas y la urgencia medioambiental están haciendo cada vez más necesarias estas soluciones. Lo cual viene potenciado también por el trabajo de grandes empresas en la creación de redes de energía inteligente.
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