03 Abr Passivhaus, por un futuro sostenible
Cuando en arquitectura hablamos del término Passivhaus nos referimos a construcciones que requieren muy poca energía para su funcionamiento. Passivhaus es una palabra de origen alemán y se ha convertido en un estándar para la construcción de viviendas muy de moda en la actualidad.
Tabla de contenidos
¿Cuales son las ventajas del Passivhauss?
La gran ventaja de este tipo de edificaciones es el bajo consumo de energía tanto para refrigerar como para la calefacción y agua caliente sanitaria. Este hecho se consigue gracias a los cuidados aislamientos térmicos, al control de infiltraciones y el aprovechamiento de la energía del sol tanto para la iluminación como para la climatización.
Las viviendas que siguen este estándar pueden llegar a reducir el consumo eléctrico hasta en un 70% en relación a las construcciones convencionales. Para que un edificio se pueda clasificar como Passivhaus en España, debe seguir las siguientes condiciones:
- 15 kWh/m²año de energía útil para calefacción.
- 15 kWh/m²año de energía útil para refrigeración.
- 0.6 volúmenes/h o menos de estanqueidad del envolvente exterior del edificio.
- 120 kWh/m²año máximo de consumo de energía primaria para calefacción, refrigeración, agua caliente sanitaria y electricidad.
Claves para una vivienda Passivhaus
Cada uno de los proyectos que se realizan siguiendo este estándar, es totalmente diferente a otro dado que según la climatología, las condiciones del terreno y muchos más factores hacen que todos los proyectos sean totalmente diferentes.
Algunas de las claves para conseguir un diseño Passivhaus son:
- El aislamiento térmico: Calcular correctamente cual será el grueso de la vivienda es clave para que el edificio tenga un buen comportamiento térmico en un futuro. En función del clima y los materiales usados se puede conseguir una mejora térmica considerable sobre todo en invierno, cuando la diferencia entre temperatura interior y exterior es mayor. En cuanto a los materiales, se siguen pautas para construir con los más naturales posibles y libres de tóxicos.
- Inercia térmica: La inercia térmica es la capacidad de algunos materiales para almacenar energía y después cederla poco a poco. Así pues, materiales como los forjados de hormigón o muros de piedra absorben el calor por el día y lo dejan ir poco a poco por la noche, ahorrando un buen puñado de energía en calefacción.
- Diseño: El diseño de una casa que se rige por el estándar Passivhaus se basa en 4 grandes factores:
- Orientación: Uno buena orientación aprovechará la energía solar de la manera más óptima y protegerá la vivienda de los fuertes vientos.
- Protección y reflectividad: Los materiales reflectantes y de protección evitarán que en verano se caliente en exceso la fachada de la vivienda.
- Compacidad: La relación entre superficie de fachada y el volumen nos dice que como más compacta más fácil de aclimatar.
- Aberturas de calidad: Las ventanas de doble o triple vidrio rellenas de gases nobles como el argón harán que no se vea alterado el confort térmico dentro de la vivienda.
- Puentes térmicos: El uso de la madera en estos puntos nos permite controla al máximo la energía que traspasa por el aislamiento térmico entre muros.
- Hermeticidad: Las viviendas que siguen el estándar Passivhaus suelen ser estancas ya que así tienen un mayor control sobre la temperatura del interior de la vivienda.
- Ventilación: Para evitar las humedades u otros aspectos que podrían darse sin una ventilación adecuada, es necesaria que exista una ventilación tanto natural como mecánica con recuperación de calor.
En definitiva, edificios pasivos son asequibles y predecibles, proporcionando los ambientes interiores más resistentes, cómodos y saludables. Hoy ya no es ninguna sorpresa que sea la corriente segura e integral en la construcción sostenible y que se está extendiendo en todo el mundo..
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