28 Jun Los proyectos de auditoría energética permiten ahorrar hasta un 75 %
Todos sabemos de la importancia de la eficiencia energética tanto para un buen aprovechamiento de los recursos naturales como para el ahorro de costes en nuestros hogares y las empresas, en especial, ahora que los precios de la electricidad se han disparado. Centrándonos en estas últimas, realizar una auditoría energética, a la hora de diseñar los edificios industriales, es fundamental. Y, si no se ha podido hacer en ese momento, debe hacerse cuanto antes, para lograr una importante reducción de costes.
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Ahorro y eficiencia energética
Los estudios señalan que la iluminación supone el 80 % del consumo total de energía en una nave empresarial. Y que con un buen proyecto de eficiencia energética su consumo llegaría a reducirse hasta en un 75 % , con el ahorro económico subsiguiente. En consecuencia, lo primero que debe hacer una empresa es ponerse en manos de profesionales del sector, para que le hagan un proyecto de auditoría energética.
En busca de la eficiencia energética
Una vez contratados, los expertos recopilarán in situ todos los datos relativos al gasto en iluminación del edificio del que se trate y determinarán los puntos donde puede aprovecharse la luz natural y aquellos otros donde sea necesario instalar luces artificiales. También tendrán en cuenta el coste de la nueva instalación, su vida total y el tiempo que tardará en amortizarse la inversión. Siempre harán su trabajo, además, con la mayor objetividad, pues se trata de profesionales independientes.
Pilares de la eficiencia energética
Aunque un proyecto de auditoría energética es mucho más complejo, podríamos decir que, si de iluminación en las empresas hablamos, se asienta en dos pilares fundamentales: de una parte, el aprovechamiento de la luz natural a la que antes nos referíamos; y, de otra, el sistema de control de presencia. En cuanto al primero, si el edificio está en construcción, se aumentan los elementos que permiten el paso a la luz solar, tales como ventanales o claraboyas; mientras que, si se trata de uno ya edificado, hay que intentar incrementar, igualmente y en la medida de lo posible, estos puntos de entrada. Por lo tanto, se ahorra tanto en iluminación como en climatización.
Respecto al segundo, es decir, el control presencial, tiene por objetivo, como su propio nombre indica, que las luces solamente se enciendan cuando haya personal en la zona. Como es sabido, se logra mediante sensores y temporizadores, de tal forma que la zona se ilumina cuando los primeros detectan una presencia y, a los pocos segundos, vuelve a la oscuridad. Con este sistema y según los estudios, llega a ahorrarse hasta un 40 % del consumo total de luz, en el caso de negocios como los hoteles; y hasta un 30 %, en el caso de las oficinas.
No obstante, junto a estos dos aspectos fundamentales, hay otros elementos que también aborda cualquier proyecto de auditoría energética. Entre otros, el aislamiento de superficies donde pueda haber fugas de calor o la colocación de bombillas LED, que tienen un consumo mucho más bajo. Por supuesto, llevar un correcto plan de mantenimiento de las instalaciones, ya que, si estas no se revisan y se quedan obsoletas, pueden dar al traste con todo el proyecto de eficiencia energética.
En definitiva, un proyecto de auditoría energética puede ahorrar mucho dinero tanto a empresas como a particulares. Todo consiste en detectar los puntos que más consumen de la instalación y buscar una forma de usarlos más racional y económica, aprovechando los recursos naturales, como la luz solar; o mediante avances técnicos hoy ya generalizados, como la iluminación LED. Y todo ello sin menoscabo de la comodidad para quienes tienen que usar la edificación a diario.
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