08 May Beneficios de un sistema de aguas grises

Conocemos como aguas grises todo el líquido que sobra del uso doméstico que no sea residual. Su reciclaje conlleva grandísimas ventajas, ya que contar con un sistema de reutilización de aguas grises, su uso puede traducirse en cifras de ahorro y sostenibilidad.

¿Qué son exactamente las aguas grises?

Un hogar consume unos 132 litros por habitante y día. Dentro de ese consumo, se encuentra el desperdicio de las aguas residuales, es decir, aquellas aguas que, por su elevada carga orgánica, no pueden volver a utilizarse, ya que han sido “contaminadas” lo suficiente para que sean válidas para otros sistemas.

Afortunadamente, las aguas residuales solo representan un porcentaje de esos 132 litros, dejando el resto libre, bajo el tratamiento adecuado, para su reciclaje en otro tipo de acciones. El agua que sobra de las actividades de la cocina, la colada, los lavabos, el lavavajillas, los fregaderos, la ducha y la bañera… y que se pierde por el desagüe, aunque pierde su condición potable, puede servir para multitud de alternativas una vez se ha usado, y no debe ser considerada agua residual, ya que su suciedad es baja y reversible.

¿En qué acciones pueden reciclarse?

Con el debido tratamiento, el reciclaje de las aguas grises puede tener varias funcionalidades; todas, con el denominador común del ahorro de agua fresca de uso doméstico.

El empleo de este tipo de agua usada garantiza una serie de beneficios para el agua de regadío: así, los elementos que se encuentran en las aguas grises, como el potasio o el fósforo, pueden acabar siendo un rico nutriente para la hidratación de las plantas de un jardín. Para ello, y con un sistema de filtrado que retenga las grasas, los detergentes y la materia orgánica, las aguas grises pueden convertirse en una excelente opción para el regado.

Pero su reciclaje no se atañe únicamente a sus posibilidades en un entorno doméstico, sino que cada vez son más las empresas que han apostado por la instalación de un sistema de aguas grises: también es común encontrar este tipo de sistemas en universidades, polideportivos, hoteles, etc. En estos casos, de mayor magnitud, las aguas grises se mueven por unas tuberías independientes hasta llegar a los depósitos donde reciben el tratamiento que las depure. Una vez purificada, regresan a la instalación, para el llenado de cisternas de inodoros o su uso como agua de limpieza.

¿Qué beneficios presentan?

La primera ventaja asociada al reciclaje de aguas grises es, evidentemente, el ahorro de agua fresca y potable. Es por ello que su uso es realmente pertinente en aquellos lugares que por su geografía tengan problemas de sequías, ya que permite reducir la demanda de agua y, por tanto, tener un mayor control sobre el abastecimiento.

Además, el uso de este tipo de aguas alarga la vida útil y la capacidad de los sistemas sépticos y las plantas de tratamiento, ya que la reducción en el flujo de agua permite un tratamiento de la que llega con una mayor efectividad a costes menores.

En el caso del regado de plantas, al aprovechar esos nutrientes extras de los que hablábamos, reduce las cantidades de fertilizantes que comúnmente se usan para la jardinería.

Por todo esto, la instalación de un sistema de aguas grises conlleva multitud de ventajas y beneficios que pueden repercutir, no solo en el ahorro en la factura de una comunidad de vecinos o en una empresa, sino también en la contribución a un medioambiente sano y cada vez más limpio.