30 Dic Aplicación de bombas de calor de ACS en la edificación residencial.

En el vigente Código Técnico de la Edificación se indican los porcentajes de energía según su procedencia para satisfacer las distintas demandas de confort de un edificio. En el documento básico de ahorro de energía HE 0 sobre la limitación del consumo energético, se exige un porcentaje mínimo del 50% en el caso de viviendas en el consumo de energía primaria de origen renovable para la suma de los servicios de calefacción, refrigeración, ventilación, control de humedad y producción de agua caliente sanitaria (ACS).  

Por otro lado, en el mismo Código Técnico de la Edificación y su documento básico de ahorro de energía en su HE 1 sobre limitación de la demanda energética, se fijan unos límites a la demanda térmica del servicio de calefacción muy por debajo de la anterior versión, además de incluir el servicio de refrigeración en el balance de demanda energética, aunque con limitaciones. Lo que sí que se mantiene respecto al anterior CTE son las necesidades de demanda térmica para el servicio de ACS.

Esto nos lleva a una consecuencia en el diseño de nuevos edificios:estos tienen menor demanda energética para la climatización, pero las mismas necesidades energéticas para el servicio de ACS. La importancia de la demanda de agua caliente en las viviendas se ha duplicado, por tanto, deberemos prestar especial cuidado en el diseño eficiente de los sistemas de producción de ACS en la nueva edificación.

No sólo hay que calcular correctamente y priorizar el uso de tecnologías eficientes para la producción de ACS en los edificios, además, el mismo Código Técnico (en su documento básico de ahorro de energía en la HE 4), nos fija un porcentaje de cobertura mínimo con fuentes energéticas renovables para la satisfacción del servicio de agua caliente sanitaria. En la versión vigente no es un porcentaje variable según las zonas climáticas, sino que se indica un valor único del 70% de energía procedente de fuentes renovables (solar, aerotermia, geotermia…) para edificios con demandas superiores a 5000 l/día (o del 60% para demandas de agua caliente inferiores). 

Este escenario normativo nos lleva al uso preferente de sistemas para ACS con consideración renovable, como pueden ser las bombas de calor aerotérmicas. Estas tecnologías permiten cumplir los criterios de eficiencia y renovabilidad que nos marca el CTE, asegurando el confort de uso para ACS de los usuarios de la vivienda.

Si hablamos de bombas de calor dedicadas para este servicio, hablamos de sistemas compactos que combinan un depósito interacumulador para ACS (con volúmenes generalmente entre los 100 y los 250 litros) y una unidad interior que instala todos los elementos típicos de un ciclo termodinámico (evaporador, compresor, condensador y válvula de expansión). Este tipo de equipos son muy adecuados y de uso preferente actualmente en las instalaciones de tipo residencial unifamiliar.

En la selección de este tipo de bombas de calor, debería priorizarse su eficiencia (deseable un rendimiento estacional para ACS de como mínimo de 3,34 (para justificar en caso necesario el 70% de contribución renovable que indica la HE 4), la presión residual del ventilador para poder canalizar sin restricciones la aspiración e impulsión de aire en caso necesario, el menor nivel sonoro posible a máximo régimen de carga, y su integración con sistemas fotovoltaicos. Respecto a este último punto, el modo fotovoltaico de una bomba de calor de ACS debe permitir aprovechar los excedentes de energia solar fotovoltaica en caso necesario (subiendo la temperatura de almacenamiento del agua de consumo mediante una señal recibida por el inversor de la instalación solar). De esta manera, las bombas de calor actúan como “batería térmica” aprovechando un excedente de energía eléctrico. 

GROUPE ATLANTIC con su marca THERMOR es referente en la fabricación de bombas de calor para ACS, con modelos tanto en formato mural como de pie que se adaptan a cualquier tipo de vivienda, manteniendo los máximos estándares en cuanto a eficiencia (con SCOP_DHW de hasta 3,95), con un mínimo nivel sonoro, con fácil conectividad a sistemas de control remoto y adaptación a los refrigerantes de tipo natural como el R-290 que nos anticipa el Reglamento F-GAS. Lo anterior queda demostrado en la nueva gama AEROMAX PREMIUM con R-290.